Cumplidas las tres primeras semanas del año en muchas empresas la cúpula directiva se sienta, prepara los proyectos del 2010 y entre otras muchas preguntas, a los que nos dedicamos a la seguridad nos dicen, “bueno, ¿cómo estamos este año?, ¿hemos mejorado en seguridad?, ¿se ha invertido suficiente?, ¿estamos mejor que la competencia?”
Desde que la seguridad dejó de ser una asignatura pendiente a convertirse en un “must do it” ya sea por requisitos legales, por que tus servicios han tenido verdaderos problemas para ofrecerse con normalidad o por que se ha visto oportunidad de negocio la inversión en la misma se ha parecido a la siguiente gráfica:
Retorno de la Inversión en Seguridad
Muy propia de aquellos campos donde la incertidumbre es alta, o dicho de otra forma, donde la madurez del gobierno de la información es baja. Más inversión solo puede significar a ojos de la dirección más seguridad o más negocio o ambas, y nunca se entenderá otra cosa (como es lógico). De ahí que ante las preguntas de ¿como estamos este año? Tengamos que presentar unos datos que si no hemos hecho los deberes parecerán magia borras. Si, estamos hablando de METRICAS DE SEGURIDAD.
When you can measure what you are speaking about, and express it in numbers, you know something about it; but when you cannot measure it, when you cannot express it in numbers, your knowledge is a meager and unsatisfactory kind; it may be the beginning of knowledge, but you have scarcely, in your thoughts, advanced to the state of science.
—William Thomson, Lord Kelvin, 1883
Esta acertada frase de William Thomson (quien por cierto, jamás vio un ordenador) viene a decirnos, si tu conocimiento sobre una materia es tal que lo puedes expresar en cifras, entonces es que sabes algo, pero si no puedes medir aquello de lo que estás hablando entonces te queda mucho por aprender,,, perfecto. ¿Como medimos un concepto tan abstracto como la seguridad?, ¿por número de ataques?, ¿por número de incidentes de seguridad?, ¿como sabrá nuestra dirección si está invirtiendo bien? Es necesario caracterizar nuestras métricas:
1.- ¿Cuál es el objeto a medir? → Nivel de conformidad LOPD (atributo) de un sistema (objeto), grado de riesgo de mis sistemas, etc.
2.- ¿Por qué quiero medir ese objeto?, ¿cuál es la necesidad? → Tenemos un mayor control sobre mis servicios, mejorar la gestión de la seguridad, etc.
3.- ¿Con respecto a qué voy a medir? → Toda métrica necesita de un objeto contra el que comparar, por ejemplo, un estándar de buenas prácticas, los controles de mi Normativa, etc.
Es imprescindible que lo que se mida sea importante, y no solo eso, sino que los datos que nos muestren las mediciones sean significativos, teniendo claros estos principios y una vez identificados los tres puntos básicos, podemos abordar otros asuntos propios del proceso, qué método voy a utilizar para obtener esos datos (entrevistas, auditorías, obtención de logs, etc.), cada cuanto tiempo voy a recoger los datos (muchos datos pueden generar ruido, pocos datos inexactos), responsables de proporcionar los datos, personal involucrado, etc.
Como veis, una tarea cuanto menos ardua. Es parte imprescindible de un Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI) disponer de esta serie de datos (indicadores) que te diga como estás en lo que a seguridad se refiere, hasta hace unos años esto no estaba siquiera regulado, por suerte con la serie 27000 de ISO apareció la 27004. Este será nuestro cuaderno de consulta obligatorio si este año no hemos hecho los deberes y tenemos que decir, ¡estamos mejor que el año pasado! Mientras cruzamos los dedos por detrás y esperamos que no pase nada y haber sido convincentes :-p
Una vez que empezamos a recoger esos valiosos indicadores, sabemos el grado en que vamos cumpliendo con los objetivos estratégicos surge el concepto de “Cuadro de Mando”, que no es más que una herramienta para poder tener en todo momento una foto del estado de la seguridad y del grado de cumplimiento con respecto a los objetivos a medio y largo plazo.
Esta entrada es un pequeño resumen y recordatorio de lo que hace 3 años se homologó y regularizó dentro de la serie 27000, curiosamente en la actualidad surge con fuerzas renovadas dada la necesidad imperiosa de producir con eficiencia. Nuestros jefes, gerentes y directores ya saben que hay que invertir en seguridad (lo ven en las noticias a diario), pero también quieren saber que lo están haciendo bien.
Sin duda un campo muy interesante.
Salu2!
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