Que a todos nos gusta mantener la privacidad no es ninguna novedad, que ignoramos hasta que punto nuestra actividad queda registrada en nuestro sistema operativo muchas veces si. Todos sabemos que una cookie es (literal de Wikipedia) “un fragmento de información que se almacena en el disco duro del visitante de una página web a través de su navegador, a petición del servidor de la página. Esta información puede ser luego recuperada por el servidor en posteriores visitas. En ocasiones tambilén se le llama huella”. Esto está bastante bien ya que ayuda a los servidores a reconocer a los clientes y decir, ¡ey! Tu ya estuviste aquí, y la ultima vez te interesó esto, así que te voy a ofrecer información de eso, y de esto otro que seguro que también te gusta. Y miel sobre hojuelas.
No obstante muchas veces tenemos que compartir nuestro PC con familiares, amigos y quizás no nos gusta que vean “nuestras cosillas”, por ello de forma periódica decimos, ¡limpieza de historial”, ¡limpieza de contraseñas!, ¡limpieza de cookies!, incluso muchas veces miramos con curiosidad que guardan los servidores de nosotros y nos vamos a la carpeta de las cookies a indagar, al fin y al cabo nunca dieron buena espina y son susceptibles de múltiples ataques como robo de cookies, cookie spoofing o cross-site cooking (de los cuales por cierto, tengo que hablar un día).
Una vez realizada la limpieza que todos los navegadores permiten respiramos más tranquilos, ¿verdad?, ¡no, error! Todavía quedan cookies, y son las relativas a las paginas que utilizan objetos flash (léase, más de la mitad de las 100 páginas más visitadas de Internet), también conocidas como “Local Share Object” o Flash Cookies . Podemos buscar archivos .SOL en nuestro equipo que no encontraremos ninguno, sin embargo se encuentran aquí (en XP y Vista):
%APPDATA%\Macromedia\FlashPlayer\#SharedObjects\
Lo más curioso de todo es que la forma que han habilitado en Adobe para que las veamos, configuremos y demos permisos es a través de su página Web, desde donde de forma dinámica serán cargadas. Estas cookies además tienen poderes “especiales “ (recuerdan a las galletas de la tontuna del Facebook (...parecidos razonables)) y pueden “regenerar” cookies http que habíamos eliminado, tienen un tamaño por defecto de 100 KB y encima no tienen por qué expirar, así que si las miráis probablemente encontréis páginas de vuestra adolescencia.
Por suerte existen editores de archivos SOL como “soleditor” que permiten explorarlas todas y ver que guardan de nosotros, en la mayoría de los casos información relativa al volumen y poco más, en otros como esta de Terra Mitica hay objetos más chulos, aunque las posibilidades son muy variadas:
Ya sabéis, cuidado qué desayunáis ;-)
Salu2!
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